Japón siempre fue mi destino soñado desde que era pequeña.
Confieso que me gustaba mucho la animación japonesa cuando chica y siempre me sentí atraída por la cultura asiática en general. Sin embargo, mi única conexión con el país del sol naciente era el animé, un par de cursos de japonés y el J-pop.
Japón se veía un destino muy lejano.
A los 14 se me ocurrió la idea de hacer un intercambio escolar pero nunca se concretó, a los 18 traté de postular a las becas de AGCI para estudiar en una universidad japonesa pero no quedó en nada, y a los 20 recuerdo que coticé pasajes para, por lo menos, ir de viaje pero superaban los dos millones…
Desde entonces, no volví a buscar pasajes para Japón, y más de grande dejé de lado el animé y la música japonesa.
Por esas vueltas de la vida, y sin querer buscar este destino, Cami me informa que vio un pasaje a Tokio baratísimo. No acabábamos de hacer siquiera el viaje a Cuba en abril 2019 cuando compramos los pasajes a Tokio, así, sin pensarlo.
Me tomó más de 15 años cumplir mi sueño de viajar al país nipón, y luego de pasar un mes por varias ciudades, debo decir:
“¡Japon es increiblemente MA-RA-VI-LLO-SO!”
El estar allí viviendo la realidad que siempre anhelé hizo revivir mi pasión por este hermoso país. 😍
Fue un sueño de toda la vida ir a Japón y, cuando finalmente se concretó, superó todas mis expectativas.
La limpieza de las calles, el respeto hacia los demás, la puntualidad y organización de las cosas realmente es de otro mundo, sin mencionar lo amigables y serviciales que son los japoneses, que con el solo hecho de verte desorientado se acercan a ti para ayudarte, aunque no sepan hablar inglés.
Ya sea que quieras caminar entre las llamativas luces de neón de las grandes ciudades como Tokio y Osaka, pasear por los estrechos y pintorescos callejones de Kioto, o simplemente disfrutar de las bondades que ofrecen las pequeñas ciudades como Nara y Himeji, Japón es inmenso y repleto de belleza natural con majestuosos templos y santuarios, pacíficos jardines zen, exuberantes parques nacionales y una rica cultura histórica.
Es, sin lugar a dudas, un lugar fascinante en todo sentido, un país moderno que combina la cordialidad y respeto por su pasado, y, si bien puede ser un destino un poco caro de visitar, hay varias maneras de hacer Japón un lugar asequible para todo bolsillo.