Para entrar a Cuba se requiere de una Visa o Tarjeta de Turista. Son lo mismo, y puedes conseguirla en la Embajada de Cuba, con la aerolínea o a través de una agencia de viajes.

Intentar obtener la visa en la Embajada de Cuba es un cacho. La atención al público no es la mejor de todas, y es muy probable que, si eliges esta opción, solo pierdas tu tiempo. Así me pasó cuando fui a la Embajada, y al final terminé comprándolas directamente en una oficina LATAM Travel. El trámite fue super rápido y sencillo.

El seguro médico es obligatorio en Cuba. Al pasar por el control de inmigración en el aeropuerto, el o la oficial te podrían solicitar el comprobante para permitirte la entrada al país. Conviene llevar una copia impresa.

En caso de que te lo pidan y no lo tengas, te obligarán a comprar un seguro en el mismo aeropuerto.

La verdad es que a nosotras no nos solicitaron el seguro médico al momento del control migratorio. Solo nos pidieron el pasaporte, la visa, y mirar a una camarita que había en ventanilla. El proceso es un poco tenso y no tan expedito.

Si tienes espacio en la maleta, recomendamos llevar variados productos de aseo personal como shampoo, acondicionador, jabón, pasta de dientes, desodorante, cepillos, toallas higiénicas, etc.

En Cuba, el acceso a este tipo de productos tan básicos es sumamente limitado. Mucha gente te detendrá en las calles pidiéndote que les regales shampoo, jabón y acondicionador. Inclusive piden mucho ropa para niños, lápices y golosinas.

En La Habana, donde más nos pedían este tipo de productos fue en La Bodeguita del Medio, ya que se llena de turistas ahí. El jabón y el shampoo, junto con lápices y ropa era lo que más solicitaban.

En Trinidad también nos pidieron estos productos y golosinas.

Ideal sería que, cada vez que salgas de donde te hospedas, lleves en tu cartera o mochila algo que puedas regalar.

Antes de viajar a Cuba, imprime todos tus documentos de viaje, ya sea tu pasaporte, tu seguro médico, tu itinerario de viaje, tus reservas, etc.

El acceso a internet en Cuba es extremadamente limitado, por lo que conviene tener un respaldo físico de tus documentos.

Nosotras llevamos impreso todo nuestro itinerario y comprobantes de reserva ya que sabíamos sería complejo poder conectarse a internet.

No solo fue de ayuda para preguntar en la calle cómo llegar, pero también para ver las condiciones en las que habíamos hecho la reserva (si venía o no con desayuno, o cuál era el monto extra por tal servicio).

¡Quizás uno de los tips más importantes sea descargar Maps.Me antes de viajar!

El internet en la isla es sumamente limitado y lento, y si intentas bajarte cualquier aplicación, por lo menos en App Store, no te dejará.

Este fue uno de los errores que cometimos.

De hecho, antes de viajar había descargado Maps.Me para familiarizarme con la aplicación y tal. Pero como mi celular siempre anda con problemas de espacio, terminé eliminándolo. Muy confiada de que Cami lo llevaría instalado porque su celu tiene más espacio que el mío, cuando llegamos allá y queríamos recurrir al mapa, ¡sorpresa! ninguna de las dos lo tenía.

Realmente la embarramos en no haberlo descargado de nuevo, de verdad fue necesario poder recurrir a un mapa, sobre todo en La Habana. Ni siquiera un mapa en papel pudimos encontrar…

Asegúrate de llevar un transformador universal y, si es posible, un alargador con diferentes tomas. En las casas particulares no hay muchos enchufes, por lo que al momento de cargar tus baterías y celular quedarás corto.

Nosotras no llevamos alargador pero sí transformador universal, así que nos turnábamos para cargar ciertas cosas.

En uno de los primeros días en La Habana, al usar el secador de pelo, empezó a salir tipo fuego dentro del secador, ¡¡y el único transformador universal que teníamos se quemó!! 😱

¿Cómo cargaríamos ahora el celular y las baterías de las cámaras si recién estábamos empezando nuestro viaje? Tuvimos que salir en misión de encontrar un transformador universal por La Habana… no fue fácil, pero lo conseguimos 😏.

Cuba no es un destino para viajar liviano ni para comprar lo que se te haya olvidado llevar desde casa. Por eso, lleva todo lo imprescindible antes de viajar, por muy básico que sea. Llévate un arsenal de productos de higiene personal, bloqueador y, lo más importante, ¡tus productos para la higiene femenina!

Cuando viajamos, siempre soy la que lleva más peso, y me aseguro de empacar todos mis productos para después del baño. El shampoo y el acondicionador los raciono en los mismos envases pequeñitos que me han quedado de viajes anteriores, pero llevo lo suficiente para no quedar corta.

Lo que en otros viajes a veces resulta innecesario porque se puede comprar fácilmente, en esta ocasión es más que justificable llevar sobrepeso.

Como hemos mencionado en varios puntos, el acceso a internet es muy limitado y demasiado lento. Considera la opción de realizar tus reservas de hospedaje antes de viajar.

Nosotras fuimos con todo el hospedaje reservado desde Chile, lo hicimos a través de Airbnb y Booking.

Sin embargo, cuando nos surgió el imprevisto de viajar antes desde Playa Girón a Trinidad, allá mismo nos ofrecieron hospedaje en el terminal de buses.

Cuba es uno de los países en donde el dólar americano no es muy bien recibido.

El tipo de cambio es pésimo y cobran un recargo del 10% sobre la conversión. Por este motivo, conviene llevar dólares canadienses o euros para cambiar a CUC (peso cubano convertible).

Nosotras llevamos euros para nuestro viaje, por lo que no tuvimos inconvenientes.

Pero nos pasó que un chico que nos paró en la calle, nos comentó que los norteamericanos no eran «queridos» por así decirlo, y que si un extranjero diera propina en USD, significaba una ofensa para ellos.

También nos pasó que un señor que tocaba música en un hotel donde estábamos esperando que nos pasaran a buscar para ir al aeropuerto, nos pidió si podíamos cambiarle un dólar que recibió de propina, ya que nos les conviene cambiar de dólar americano a pesos cubanos. Así que, ¡OJO! no lleven dólares americanos  ni den propina en USD.

Lo ideal es moverse con efectivo. Las tarjetas de crédito son raramente aceptadas.

Si bien hay cajeros ATM, los giros de dinero aplican una comisión y, dependiendo de donde andes, no son tan masivos, así que conviene andar con efectivo suficiente.

La verdad es que yo no recuerdo haber visto siquiera un cajero ATM en todo el viaje. Nos movimos con efectivo siempre y cambiamos a CUC en dos ocasiones, en el aeropuerto al llegar y en Playa Girón cuando íbamos camino a Trinidad.

A la salida del aeropuerto de La Habana hay una oficina de casas de cambio CADECA. Aprovecha de cambiar unos cuantos CUCs (peso cubano convertible) y unos pocos CUPs (peso cubano) para movilizarte por la ciudad.

Al llegar al aeropuerto, encontramos esta casa de cambio CADECA y decidimos cambiar al tiro un par de euros.

Cambiamos 400 EUR a un tipo de cambio de 1.08355 CUC, por lo que nos dieron 433.40 CUC, y de esos cambiamos 30 CUC a un tipo de cambio de 24 CUP, lo que nos dio 720 CUP que fue más que suficiente para movilizarse por taxis compartidos o almendrón, comprar agua en kiosquitos, comprar tarjetas de internet y pagar una cena en restaurant.

Cuba cuenta con dos divisas:

La conversión es de 1 CUC = 25 CUP, y 1 CUC = 1 USD.

Aunque en general usarás más CUC que CUP, conviene contar con algunos CUP para movilizarse en locomoción colectiva y pagar algunos restaurantes.

Como mencionado en el punto anterior, nosotras cambiamos 720 CUP y nos alcanzó para varias cosas, entre ellas comprar agua en los kioscos, comprar tarjetas de internet, pagar en un restaurant (en la boleta salía el monto tanto en CUC como en CUP) y movilizarse en locomoción colectiva. Inclusive nos quedamos con un par de CUPs después del viaje.

En las casas de cambio la conversión es inferior, pero si necesitas comprar algo de un cubano, en nuestro caso las tarjetas, ellos manejan la conversión de 1 CUC = 25 CUP.

Muchas veces un internet lento es peor que no tener internet, y justamente eso es lo que encontrarás en Cuba.

El internet en la isla es demasiado lento y escaso. El Wi-Fi solo está disponible en hoteles y en algunos puntos específicos como parques y plazas, y solo se puede tener acceso mediante una tarjeta de ETECSA. Cuesta 1 CUC (1 USD) y te da derecho a una hora de internet.

El Wi-Fi gratuito no existe en Cuba, así que mentalízate en que estarás la mayor parte de tu viaje desconectado.

Por la misma razón, asegúrate de tener todas las aplicaciones que necesites antes de viajar y que funcionan offline.

Las tarjetas de internet las venden en las sucursales de ETECSA. Valen desde 1 CUC la hora de internet. Sin embargo, te encontrarás con que muchos cubanos se te acercarán para venderte la tarjeta, por lo general a 2 CUC la misma tarjeta de una hora, algunos inclusive a 3 CUC.

Recomendamos comprarla donde sea aunque cueste un poco más. A veces en las sucursales de ETECSA se agotan, imagino que por la misma razón de la reventa a un precio más alto.

Nosotras compramos de nuestra host de Airbnb a 2 CUC cada tarjeta. y en Trinidad una señora las ofrecía a 3 CUC.

El internet es tan lento, que hasta nos sobró una tarjeta sin usar.

Relacionado con uno de los puntos anteriores, en la mayoría de las casas particulares verás que hay dos tipos de voltajes en los enchufes, tienen 110V y 220V. No todos lo especifican y, en general, celulares, laptops y electrodomésticos más modernos funcionan con normalidad, pero cuidado con los artículos que requieren más potencia.

Como comentábamos antes, en uno de los primeros días en La Habana, fuimos a usar un secador y le colocamos un transformador. Era un secador de viajes, pequeño y compacto. A los minutos empezó a salir olor a quemado y prendió fuego el aparato… y el transformador se quemó.

Así que ten cuidado en cuál de los dos voltajes enchufas tus electrodomésticos, o te podría pasar como a nosotras 🙃

Cuba es un país seguro. Los crímenes con violencia son muy raros pero, debido a la situación económica en la que viven, los hurtos son muy frecuentes.

Y la forma más habitual que tienen los cubanos de intentar robar dinero es a través de trampas y estafas.

Muchos ven a los turistas como un medio para conseguir dinero extra, así que prepárate para ver a madres pidiéndote que compres leche para sus hijos, vendedores intentando venderte algo al doble del precio, gente que se te acerca para llevarte a un bar o restaurant donde terminas pagando su consumo, o incluso taxistas que te cobran el tramo por persona cuando realmente se cobra el trayecto.

Debo reconocer que caímos en dos de estas trampas 🙄, casi fueron tres pero logramos darnos cuenta antes.

La primera fue en La Habana Vieja. Justamente se le acercó a Cami una señora. En ese momento pasaron dos jóvenes cubanos que la despistaron y nosotras nos fuimos, pero cuando volvimos a pasar por ahí, se nos volvió a acercar pidiendo pañales y leche para su bebé.

Cami estaba desconfiada, porque ya había leído sobre este tipo de trampas, pero yo no tenía idea. Y la verdad es que me dio pena, porque si me quisiera estafar, lo haría de otra forma y no pidiendo comida, ¿no?

Bueno, «justo» en frente había un almacén, y los pañales costaban ultra caros, así que le dije que no podía comprar eso. Le compré leche en polvo y dos tarros de atún que salió 30 CUC (30 USD). ¡Súper caro!

La segunda fue con un taxista que nos llevó hasta el aeropuerto. El tramo vale 25 CUC, y dijo que nos lo dejaba en 20 CUC. Cuando llegamos al aeropuerto, me estaba cobrando 50 CUC. ¡25 CUC por cada una!

El servicio al cliente en Cuba es TERRIBLE.

La mayoría de los servicios a los que tendrás acceso será con gente que trabaja en instituciones estatales como restaurantes, hoteles, operadores turísticos, etc.

Desafortunadamente, esta gente está lejos de estar feliz en sus trabajos. Será muy habitual ver gente con caras largas, sentir que molestas al garzón o a la recepcionista de tu hotel, o a los conductores de buses cuando necesitas preguntar algo. Todos los que trabajan en un negocio estatal odian su vida y lo reflejan mediante sus actitudes hacia los turistas. Y bueno, recibiendo un salario mensual de 20 USD, ¿quién estaría feliz?

Confieso que esta actitud nos dejó un poco desilusionadas y tristes de Cuba.

Toda la gente que conocemos y ha viajado a Cuba, hablaba maravillas del país y, sobre todo, de su gente.

Desde el primer día que llegamos notamos esta mala atención. Al principio pensamos que, quizás, sería solo de La Habana, pero al recorrer otras tres ciudades notamos que la situación no mejoraba.

Sí hay gente muy amable y buena onda, no lo voy a negar, pero de cada acto amable donde uno se sentía feliz de estar ahí con la gente, venían tres actitudes mala onda que realmente te descolocaban.

Cuando estés por acabar tu viaje, dona lo que no vayas a necesitar, especialmente artículos de aseo. En los hoteles y algunas casas particulares igual dan artículos de aseo, intenta donarlos antes de tu vuelo de regreso.

En La Habana no pudimos donar nada porque estábamos recién comenzando nuestro viaje, pero en Trinidad, a pesar de que aún teníamos que recorrer Varadero, donamos shampoo y acondicionador.

Realmente da una pena la situación allá, así que aunque te quede mucho por recorrer, terminarás igual donando cosas.